1.12.10

Lecturas de NOVIEMBRE 2010

*Sense and Sensibility, de Jane Austen.
*El fantasma del tío Roco, de Sharon Creech.

14.11.10

De osos

*Sé que es raro lo que voy a decir, pero en mi cabeza se me hace que somos como una familia de osos peludos y grandes, sin papá, y que ha renunciado a la capacidad del habla; que se comunica a través de gruñidos, sonidos arrulladores, besos, caricias y golpes en la espalda, además, claro, de los abrazos de oso. Lentos y peludos caminamos a través de las distintas habitaciones, y a pesar de que no hablamos, no dejamos a diario de expresarnos amor.
Cecilia Velasco. Tony

*Mimí y el Mago, al igual que Rita, pertenecían a la especie humana circense tradicional. Del Oso no se podía decir lo mismo. Era un ser ambiguo, sospechoso de dualidad.
Quien lo viera trotar sobre las cuatra patas, y rascarse, y triturar con las mandíbulas pedazos de merluza cruda diría con seguridad que estaba ante un animal. Y en eso no había error posible. Pero el Oso no terminaba ahí. Una parte de su naturaleza lo emparentaba, inexplicablemente, con los bípedos hombres. Bastaba verlo compartir la mesa con los otros, escuchar música en su walkman o jugar a los naipes para caer en confusión. El pelaje tampoco aclaraba nada. El Oso era un equívoco perpetuo, un fantástico embajador entre dos mundos. Esa doble condición, congénita o adquirida, nunca fue resuelta. Sus compañeros de ruta no intentaron resolverla porque estaban lejos de reparar en detalles tan insignificantes. Para ellos los seres eran como eran, y punto. El resto de las personas decidía en cada circunstancia cómo considerar al Oso.
Ema Wolf. Pollos de campo

*Soy el oso de los caños de la casa, subo por los caños en las horas de silencio, los tubos de agua caliente, de la calefacción, del aire fresco, voy por los tubos de departamento en departamento y soy el oso que va por los caños.
Julio Cortázar. Discurso del oso

*—Escúcheme —le dijo el oso al Presidente—, yo no trabajo aquí. Soy un oso, y por favor le ruego que no me diga que lo que soy es un hombre, tonto, sin afeitar y con un abrigo de pieles, porque ya me lo han dicho el Vicepresidente Primero, el Segundo, el Tercero, el Gerente y el Capataz.
—Le agradezco que me haga la advertencia —dijo el Presidente—, y no se lo diré, pero eso es, precisamente, lo que pienso que es usted.
—Soy un oso —dijo el oso.
Frank Tashlin. El oso que no lo era

1.11.10

Lecturas de OCTUBRE 2010

*La mano izquierda de la oscuridad, de Ursula K. Le Guin.
*Mi perra Tulip, de J. R. Ackerley.
*Tony, de Cecilia Velasco.
*Torni Yo, de Carlos Trillo, Eduardo Maicas y Gustavo Sala.
*The Sound of Colors, de Jimmy Liao.

27.10.10

Consejos de zorrito

Medio dormida escuché su inconfundible ts ts ts y fui a verlo a la cocina. Ahí estaba, esta vez, hurgando entre los frascos de especias. En seguida noté su cola chamuscada.
—¿Qué te pasó?
—Anduve por un asado anoche.
—Pero...
—No quiero hablar de eso. Me enteré que andás asustando gente por ahí... —cambió de tema.
—No, yo... lo que pasó es que...
—No necesito que me expliques.
—Pero sí, yo no quería... fue que nos cruzamos y...
El zorrito hizo ha ha ha y metió su nariz en un frasco con semillas de sésamo, concentrado en no escucharme.
Me miró. Lo miré.
—Tengo otra lista para vos.
Y sacó un rollito de papel de atrás de su oreja. Me lo dio y en su bolsillo de zorro metió casi todas las semillas, salvo las que se le cayeron al piso.
El papel decía:

Lo que no me gusta de tu gato:
*Hace una voz agudita cuando lee cuentos a la noche.
*Le gusta dormir encima de tu hombro.
*Termina todas las latas de atún y no me deja nada.
*Cuando pasea por las terrazas vecinas no saluda.
*Se afila las uñas en mi sillón favorito.
*Nunca se acuerda de mi nombre.
*Es amigo del grillo ese insoportable.
*Esconde los restos de pan y facturas con membrillo para que yo no los encuentre.
*No me ayuda a juntar las semillas de sésamo.

Lo que me gusta de tu gato:
*Juega muy bien a las escondidas.
*Sabe dibujar.
*Baila cuando hay luna llena.

—Pero yo no tengo gato hace un par de años... justo estaba pensando en tener de vuelta...
—Por eso, lo sé, y ni lo sueñes. Son más las cosas que no me van a gustar.
—Me parece que estás celoso...
Hizo ks ks ks mientras juntaba algunas semillas de sésamo del piso y las metía de vuelta en el frasco porque ya no le entraban en el bolsillo.
Insistí:
—Quizá si tuviera un gato...
Me interrumpió con una mirada.
—No necesitás un gato, necesitás comprar más facturas de membrillo.
—¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
—Eso y dejar de asustar gente por ahí.
—Pero, en serio, yo no quería...
—Bien, si no querés un gato, no lo tengas. Eso digo yo: no queremos a los gatos. Y volvé a la cama, que está fresco. Y mañana, acordate: mem-bri-llo.
No alcancé a responder. Veloz y silencioso salió por la ventana de la cocina y se perdió en la noche. Su pelo rojo se veía increíble a la luz de las estrellas y los faroles mientras saltaba de techo en techo.

De palabras y silencios

*"Entretanto, no dijo nada. Solo me hizo un pequeño guiño. Como si dijera: "Siento no poder hablar, pero hay aquí cerca una pantera negra profundamente dormida, que se irrita con facilidad". Era evidente que no había ninguna pantera. Simplemente me dio esa impresión."
Haruki Murakami. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo

*"Mejor te hablo del tiempo, por ejemplo, que no es
época de lluvias, y llueve.
Todo se moja sorprendido."
Luis María Pescetti. Cartas al Rey de la Cabina

*"A través del signo sin sentido ligado al sonido sin sentido hemos construido la forma y el sentido del hombre occidental."
Marshall McLuhan. La galaxia Gutenberg

*"—¿Puedo hablar sin elegir las palabras?"
Abelardo Castillo. El evangelio según Van Hutten

*"¿Qué iba a decirle a Jamie? Lo que sentía parecía muy obvio. Pero cuando trataba de expresarlo con palabras le sonaba torpe, nada convincente y sentimental. Ojalá uno pudiera abrirse la tapa de la coronilla y decir "mira"."
Mark Haddon. Un pequeño inconveniente

*"Para que se tranquilizaran y se durmieran, les prometí que les contaría una historia de amor. Ya lo sabéis, en la oscuridad, las palabras son aladas."
Orham Pamuk. Me llamo Rojo

*"No obstante, de nada sirven los avisos, pese a que la experiencia nos demuestra diariamente que cada palabra es un peligroso aprendiz de brujo."
José Saramago. Historia del cerco de Lisboa

*"Pero, ¿cómo guardar y transmitir el silencio? ¿Cómo enriquecerlo, de generación en generación?"
Gabriel Zaid. La poesía en práctica

*"Penetra silenciosamente en el reino de las palabras. Allí están los poemas que esperan ser escritos."
Carlos Drummond de Andrade

*"De los silencios de un poema, que son enormes, uno puede extraer otras palabras, que a su vez crean otros silencios."
Juan Gelman

*"La palabra se desborda. Estantes de libros ignorados imploran por un lector. Estantes, estantes y estantes. Los bosques se esconden en las bibliotecas."
Tibor Fischer. Filosofía a mano armada

*"Ojalá pudiera transmitir la perfección de una foca cuando entra al agua, la de un mono araña cuando salta de una punta a la otra o simplemente la de un león cuando vuelve la cabeza. Pero las palabras zozobran en semejantes mares. Lo mejor es imaginártelo si quieres sentirlo."
Yann Martel. Vida de Pi

*"Mira, Sam, si este libro es tan corto, confuso y discutible, es porque no hay nada inteligente que decir sobre una matanza. Después de una carnicería solo queda gente muerta que nada dice ni nada desea; todo queda silencioso para siempre. Solamente los pájaros cantan.
¿Y qué dicen los pájaros? Todo lo que se puede decir sobre una matanza; algo así como ¿Pío-pío-pi?"
Kurt Vonnegut. Matadero Cinco

*"Los tres niños empezaron a caminar sumidos en ese silencio avergonzado de los que recién se conocen pero saben que van a quererse para siempre."
Liliana Bodoc. El mapa imposible

*"Al otro lado del chapoteo del agua, de la música, de las risas de la gente, mi oído captó un débil y mudo eco. Una persona llamaba a otra persona. Una persona buscaba a otra persona. Una voz que no llegaba a ser voz. Con palabras que aún no eran palabras."
Haruki Murakami. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo

*"La dimensión que abren los libros es la de la incompletud y la promesa de calmarla. La trampa que nos ponen es que solo se puede llenar con su propia materia, el lenguaje."
Daniel Goldin. Los días y los libros

*"Dio de comer al perro y escribió una nota a Amy, sin decirle que estaba enamorándose de ella."
John Irving. La última noche en Twisted River

*"Pero esa corriente ininterrumpida de teorías, bromas, consideraciones y anécdotas no constituía la verdadera conversación entre ellos. El diálogo principal era tácito, discurría por lo bajo sin palabras y versaba sobre ellos mismos. A veces emergía a la superficie en forma de insinuación, de la misma manera que antaño los pescadores del mar del Norte descubrían una bandada de arenques gracias a su reflejo plateado en las nubes."
Harry Mulisch. El descubrimiento del cielo

*"Quiere concentrarse, no le gusta enturbiar las cosas con la distracción de las palabras. En su cabeza gira un zootropo y le molesta que la sorprendan cuando se detiene.
Zumba. Zumba. Para."
Maggie O'Farrell. La extraña desaparición de Esme Lennox

*"Tal vez ahí le pueda decir todas esas cosas para las que aquí no existen palabras."
Ed Crane, en El hombre que nunca estuvo, de Joel y Ethan Coen

13.10.10

Ruidos urbanos que sí

*El ruido de los vagones del subte, desde el túnel, cuando parecen truenos.
*Tacos caminando sobre las baldosas.
*La risa de mis vecinitos del otro lado del pasillo.
*El golpeteo de las tazas en un bar a la mañana.
*El ruido de los pasos de los zorritos de cocina por la noche.
*El oso que se pasea por las cañerías del edificio.
*La lluvia en la ventana. 
*El ruido de la llave en la puerta de casa que es volver y reencontrarse en el silencio.

Ruidos urbanos que no

*Las sirenas de bomberos, ambulancias, policía. Nada bueno detrás de esas sirenas.
*Los perros que se reunen a ladrar en mi balcón a eso de las 7:30, 8 de la mañana.
*Los martillos neumáticos.
*Los vagones del subte rechinando en los rieles.
*Los bocináceos en general, pero, en especial, los de la calle Crámer.
*Tu "no", que fue silencioso y sin embargo se repite en mi cabeza como una sirena, me ladra, me taladra, me atraviesa y me atropella.

1.10.10

Lecturas de SEPTIEMBRE 2010

*La última noche en Twisted River, de John Irving.
*No comas renacuajos, de Francisco Montaña Ibáñez.
*El país de las mujeres, de Gioconda Belli

1.9.10

Lecturas de AGOSTO 2010

*Filosofía a mano armada, de Tibor Fischer.
*Si ves un monte de espuma y otros poemas. Antología de poesía infantil hispanoamericana, de Ana Garralón.
*Quiere a ese perro, de Sharon Creech.
*Mejillas rojas, de Heinz Janisch y Aljoscha Blau.
*The Tragical Comedy or Comical Tragedy of Mr. Punch, de Neil Gaiman y Dave McKean.
*Los sueños del agua, de María del Carmen Colombo y Cristian Turdera.

14.8.10

Visita sin lista

Tal vez la culpa fue mía por madrugar tanto. Reconozcamos que no suelo ver lo que pasa a esa hora de la mañana en mi casa. Pero es que tenía que hacer unos trámites y me tocó levantarme muy temprano. A regañadientes, con los ojos más cerrados que abiertos y arrastrando las pantuflas, llegué al baño.
Y ahí los ojos se me abrieron guau, y la mandíbula se me cayó al piso como en los dibujitos animados. Y es que adentro de la bañadera había un cocodrilo.
Un cocodrilo enorme que llenaba mi bañadera y todavía sobresalía la cola hasta el piso y casi que tiraba mis cremas y shampúes.
Y la visión del cocodrilo no fue lo peor. Porque enseguida el cocodrilo además habló:
—Estoy de acuerdo con el zorrito ese que a veces pasa por la cocina. A tu blog de listas le falta acción, caracter, onda...
Tuve que defenderme:
—Él solo dijo que le faltaban listas.
—Es lo mismo. Yo voy a ayudarte. Te estaba preparando una lista para dejarte acá, me agarraste de sorpresa con el madrugón. Pero vení, vení, si estás apurada podés bañarte igual, yo te dejo un lugar.
—No te lo tomes a mal, pero tenés una fila de dientes
*larga como una autopista,
*afilada como la lengua de algunos,
*imponente como una montaña, y además tu boca es grande como...
—¿Quién sos? ¿Caperucita? No pienso comerte. Estoy tomando un coctel, no creo que seas buen aperitivo.
Entonces noté que tenía en una de sus patas un vaso con una rodaja de limón y una sombrillita rosa chicle de papel. No supe que decir a eso, pero no hizo falta porque el cocodrilo siguió hablando. Mi capacidad de asombro estaba en su rayita roja ya.
—Comés demasiada azúcar. Eso no está bien. No solo por tu salud, claro, pero no me gustan las cosas tan dulces, no te ofendas.
—No, creo que no —balbuceé un poco enojada. Y lo peor es que creo que me molestaba más que me criticara que que estuviera ocupando mi bañadera un cocodrilo que hablaba y tomaba un coctel con sombrillita.
Me miró fijo. Lo miré fijo. Yo estaba midiendo hasta dónde uno puede provocar a un cocodrilo frente a frente. Pero él siguió:
—Igual, te quedan mejor esos kilos de más. Digo, si fuera a comerte, me gusta la carne más jugosita.
—...
—Está bien, está bien. Te dejo bañarte. La lista te la termino para mañana.
Y ahí nomás tiró por el desagote de la bañadera la sombrillita primero, después el vaso y después, como si fuera a tirarse de cabeza a una pileta olímpica, se zambulló él por la cañería y desapareció.

Me metí en la ducha. Me bañé despacio, sin terminar de creer lo que había pasado. Si no fuera por unos arañazos que encontré en los azulejos, a esta altura ya estaría pensando que aluciné. En todo caso, madrugar está mal, está claro.

1.8.10

Lecturas de JULIO 2010

*Mi perro Roberto, de Rodrigo Folgueira y Poly Bernatene.
*Yo quería una tortuga, de Beatrice Alemagna y Cristiano Mangione.
*La suerte te cambia la vida, de Javier España.
*La luna lleva un silencio, de María Cristina Ramos.
*La escalera, de María Cristina Ramos.
*Cuento del retintín, de Laura Devetach.
*Numeralia, de Jorge Luján e Isol.
*Ver llover, de Germán Machado y Fernando de la Iglesia.
*Lo que quiere una mujer, versión de Estrella Escriña Marti y María Wernicke.
*The Philharmonic Gets Dressed, de Karla Kuskin y Marc Simont.
*La elegancia del erizo, de Muriel Barbery.

25.7.10

Zorrito de visita

Serían las cinco de la mañana cuando fui a la cocina a buscar un vaso de soda y ahí estaba el zorrito.
Esta vez, subido a un banquito, a una escalera y a un tarro, apilados, para llegar al estante más alto de la alacena. Había encontrado el paquete de nueces mariposa y trataba de meter de a dos o tres en su pequeño bolsillo.
Hacía un ruidito de felicidad con la lengua, algo así como ts, ts, ts.
Yo estaba inmóvil en la puerta, mirándolo. La cola rojiza y plumosa de los zorritos de cocina siempre me deja sin aliento. Tanta belleza en un animal es peligrosa.
Cuando se dio cuenta de mi presencia, dio tres golpecitos con una uña en la puerta de la alacena: tk tk tk.
—¡Qué cara de mal dormida! —dijo a modo de saludo.
—Hoy mi subconsciente no contrató a un buen guionista —dije en mi defensa—. Soñé cosas tan obvias que podría escribir mi propio libro de bolsillo del significado de los sueños para tontos.
*Primero, voy manejando un auto y de pronto no lo puedo arrancar y encima me doy cuenta de que estoy en una avenida y contramano: hay cosas que no puedo manejar y no salen como yo quiero.
*Después estoy durmiendo como en un campamento, bien abrigada en bolsa de dormir y con fogata, pero en medio de la ciudad, en la puerta de un local. Creo que estaba esperando a que abriera no sé por qué. Y llega un grupo de borrachines, y me quieren sacar una frazada, y yo me asusto y no me puedo volver a dormir: me da miedo lo diferente, lo que está fuera de mi control.
*Por último, algún personaje (tal vez en el local que estaba esperando que abriera) tenía una maquinita antigua, una especie de juego mecánico que permitía ver unos dibujitos animados, era genial y yo la quería. Pensaba que tenía que chequear en Mercado Libre cuánto salía algo así para hacerle una oferta: típico de esta sociedad de consumo, soy lo que tengo. Ni dormida pueda zafar.
—¿Todo eso esta noche?
—Sip.
Me serví un vaso de soda de la heladera y nos quedamos un momento en silencio. Hasta que el zorrito dijo:
—O tal vez, las cosas se tienen que descontrolar un poco para llegar a buen puerto...
—¿Te parece? Tu interpretación es más filosofía barata que la mía, me temo.
—Bueno, si es por eso, te diría que no andes por ahí diciendo que te encontrás zorritos colorados de cocina cada madrugada. Y, además, tenés tos. No deberías andar descalza.
—Es que no encontré mis pantuflas —me defendí—. Estaban al lado de la cama cuando me acosté...
—Mmmh... seguro te las robó un erizo. Son mimosos y les gusta dormir sobre algo mullido. Pero no te aconsejo despertarlo. Y mañana cuando aparezcan las pantuflas abajo de la cama, fijate bien que estén deshabitadas antes de meter el pie... Pero seguro se van antes de que te despiertes. No son bichos que se dejan ver fácilmente.
—Como otros —acoté.
El zorrito hizo otra vez tk tk tk con la uña en la alacena y volvió a hurgar, como dando por terminada la conversación.
Incliné la cabeza a modo de saludo y me di media vuelta, mientras le avisaba:
—En la otra puerta hay tomates secos.
—Ah —hizo un suspiro cortito de alegría plena—. Volviendo a tus sueños: yo que vos no me quejaría con el guionista. Más bien andá con cuidado, así tu subconsciente no te tiene que andar avisando las cosas que ya sabés.
—Pero... —intenté decir algo, aunque no sabía bien qué.
—Pssst —dijo el zorrito, y me hizo un gesto con la mano que no entendí si era andá, andá, o no puedo hablar más porque tengo que encontrar estos tomates.
Pasé por el baño antes de volver a la cama. Después, me dormí enseguida, arrullada por el lejano sonido de frasquitos y latas y bolsas que se revolvían.
Soñé con erizos que se acurrucaban un una pradera de pantuflas mullidas y abrigadas.
Y por suerte, cuando me volví a despertar, no me dediqué a seguir analizando nada de lo que pasó esta noche.  

12.7.10

Lista zorra

Anoche me encontré con un zorrito de cocina en mi cocina. Era de madrugada, escuché unos ruidos y cuando fui a ver qué pasaba, ahí lo vi, in fraganti, metiéndose un pedazo de pan que había quedado del almuerzo en uno de sus bolsillos zorro.
Para el que no vio nunca un zorrito de cocina tengo que aclarar que no se parecen mucho a los de la película Fantastic Mr. Fox, pero algo sí, después de todo, todos son zorros. Estos no van vestidos, andan en cuatro patas bien finitas y tienen el hocico que termina casi en punta, muy estilizado. Y el pelaje... ah, es una de las cosas más hermosas que vi. Es rojizo y casi luminoso. Tal vez se parecen más a la ilustración de un zorro que había en un viejo Musicuento, pero tal vez es solo la memoria extraña que queda de las cosas que a uno le fascinan de chico.
El asunto es que nos quedamos mirándonos este zorrito de cocina con la mano en mi pan y yo, sin decir palabra por un momento. Y entonces el zorrito me dijo:
—Creo que tenés muy abandonado el blog ese de las listas. Me parece muy mal, así que te voy a ayudar un poco.
Rebuscó en su otro bolsillo zorro (no en donde acababa de guardar el pan) y sacó un papel escrito con una caligrafía muy elegante, típica de zorro. Me lo dio y se fue corriendo por donde vino, con sus pasitos sin ruido de zorro de cocina.

El papel decía:
Lista de cosas que los zorros de cocina saben y que quedan bien como tema de conversación en las fiestas en las terrazas o en los patios:
*El 96% de las personas de esta ciudad ignora la existencia de los zorritos de cocina.
*El 4% que sí sabe que existen suele dormir tan profundamente que nunca los escucha cuando buscan restos de comida en sus cocinas.
*Las bolsas de nylon hacen ruido y la gente tiene la tendencia a guardar el pan y las facturas que quedaron ahí. Sin embargo, un ruido de zorro revisando la bolsa de nylon puede ser fácilmente confundido con el viento que entra por el chiflete ese de la ventana.
*Un 6% de las personas de esta ciudad vieron alguna vez a un zorrito de cocina en su propia cocina. Pero la mitad de ellos no creyeron en lo que vieron.
*Es suertudo el zorro que se encuentra una factura con membrillo. Es el alma de la fiesta esa noche.

Lista de cosas que los zorros de cocina no saben y no conviene tocar como tema de conversación en las fiestas en las terrazas o en los patios:
*Por qué la gente usa bolsas de nylon.
*Qué sí saben el 96% de las personas que ignoran la existencia de los zorros de cocina.

1.7.10

Lecturas de JUNIO 2010

*Los días y los libros, de Daniel Goldin.
*Rodrigo y el libro sin final, de Sebastián Lalaurette.
*Por favor, vuelve a casa, de Christine Nöstlinger.
*Maniática de la explicación, de Adriana Falcão y Mariana Massarani.
*No juzgues a un libro por su cubierta, de Alejandro Magallanes.

1.6.10

Lecturas de MAYO 2010

*La escalera, de María Cristina Ramos.
*El Cazador de incendios, de Iris Rivera.
*La siesta asesinada, de Philippe Delerm.
*El juramento de los Centenera, de Lydia Carreras.
*Cómo ser buenos, Nick Hornby.
*Kalpa Imperial. Libro I: la casa del poder, de Angélica Gorodischer.
*Palabras manzana, de Jorge Luján.
*Bolonqui, de Leonardo Oyola.
*El rastro de la canela, de Liliana Bodoc.
*El pan de la serpiente, de Norma Huidobro.
*El fantasma de las invasiones inglesas, de Claudia Piñeiro.

1.5.10

Lecturas de ABRIL 2010

*Vida de Pi, de Yann Martel.
*La abuela, de Peter Härtling.
*Libro de las preguntas, de Pablo Neruda e Isidro Ferrer.

3.4.10

Cosas para hacer mientras el pan de ciruelas está en el horno

*Lavar los utensilios usados en la preparación.
*Ponerse al día con los e-mails.
*Preparar y comer un sandwich.
*Leer blogs.
*Regar las plantas.
*Oler a quemado.
*Hacer origami.
*Preguntarse quién será el vecino que se dejó algo en el fuego.
*Ordenar algunos libros en la biblioteca.
*Dudar entre salir corriendo y llamar a los bomberos.
*Poner ropa a lavar.
*Descubrir que tal vez el horno estaba demasiado fuerte o que el tiempo sugerido de cocción tiene un atisbo de verdad y sacar el pan de ciruelas quemado y humeante.

1.4.10

Lecturas de MARZO 2010

*Las hadas brillan en la oscuridad, de Graciela Cabal.
*Hugo Besugo y el misterio del perro salchicha, de Nicolás Schuff.
*Clementina, de Sara Pennypacker.
*Los buscadores del Tuyú, de Mario Méndez.
*La escuela es puro cuento (y también un poco de teatro), de María Inés Falconi.
*Un paseo por Camarjali, de Eduardo Abel Gimenez.
*Galería universal de malhechores, de Diego Muzzio.
*Writing Down the Bones, de Natalie Goldberg.
*La soledad de los números primos, de Paolo Giordano.
*La ladrona de libros, de Markus Zusak.
*Marte XXIII, de Jordi Sierra i Fabra.
*Una vaca ocasional, de Polly Horvath.

19.3.10

Mapa

Por el largo túnel principal salen hacia la derecha, perpendiculares, varios otros túneles.
*El primero es por donde se llega al túnel principal.
*Por el segundo se puede volver a casa, desandando el camino de llegada.
*Por el tercero se va a la plaza. Allí se puede protestar a gusto o darle de comer a las palomas.
*Por el cuarto se va al Oeste. Tierra incierta el Oeste, pero es un camino rápido para alejarse de protestas y palomas cuando es necesario.
*Por el quinto túnel se recorre el borde de la ciudad. Es un paseo pintoresco cuando no hay nada mejor que hacer.
*Por el sexto, en cambio, se va a las profundidades. Pocos se han atrevido a recorrerlo y son más bien leyendas lo que se sabe, porque no se conocen viajeros que hayan regresado de esa travesía. Dicen que baja y baja por kilómetros -es algo cansador si uno no va con el equipo adecuado- y se llega a un túnel igual al principal, y de allí salen hacia la derecha, perpendiculares, varios otros túneles de una ciudad subterránea, como calcada, que se desarrolla bajo la ciudad conocida por todos de la superficie. Y esos túneles llevarán a casas subterráneas, plazas y palomas subterráneas, tierras inciertas, bordes y más profundidades.

18.3.10

Definiciones

*Enumeración: lista de números.
*Alfabeto: lista de letras.
*Índice: lista de contenidos.
*Catálogo: lista de ítems.
*Colección: lista de elementos.
*Biblioteca: lista de libros.
*Receta: lista de ingredientes y procedimientos.
*Manual: lista de instrucciones.
*Travesía: lista de lugares.
*Acuario: lista de peces.
*Trabajo: lista de pendientes.
*Piel: lista de lunares.
*Mano: lista de dedos.
*Almohada: lista de sueños.
*Planes: lista de ganas.

13.3.10

Lista de listas

*Los tres primeros puestos.
*Top Five.
*Los diez mejores.
*Los veinte *** que cambiaron el mundo.
*Los cuarenta principales.
*Los cien *** del año/la década/siglo.

3.3.10

Nota sin lista *info provisoria*

Estoy un poco tonta para resolver esto del cambio de los comentarios.
No logro desactivar estos que mudaron, ni poner el sistema de blogger de comentarios, así que en el mientras tanto están estos.
Pero entiendo que cuando logre sacarlos perderé los comentarios de todos estos años (los tengo guardados en un backup pero no estarán acá publicados), así que no se encariñen con los nuevos comentarios que en breve desaparecerán.

*Actualización 21-3-10*
Después de horas -literalmente, horas- de lucha con el código, las mesas de ayuda, foros, y etceteras que me crucé (sí, da para una lista, lo que no da es mi ánimo para hacerla porque fue un grandísimo fastidio resolver esto), logré sacar el sistema de prepo de comentarios e instalar los clásicos comentarios de blogger. Así que borrón y cuenta nueva, siemprelista tiene nuevo sistema de comentarios flamante y dispuesto a volver a empezar.

1.3.10

Lecturas de FEBRERO 2010

*Los hijos de Anansi, de Neil Gaiman.
*El fondo del pozo, de Eduardo Abel Gimenez.
*Fantastic Mr. Fox, de Roald Dahl.

1.2.10

Lecturas de ENERO 2010

*American Gods, de Neil Gaiman.
*Muerte de tinta, de Cornelia Funke.
*Las vacaciones, de Polly Horvath.
*Todo sobre un wafle, de Polly Horvath.

1.1.10

Lista de palabras

*De a una palabra por día.

Lecturas de DICIEMBRE 2009

*Zapatos italianos, de Henning Mankell.
*Cuando Santa cayó del cielo, de Cornelia Funke.
*Caín, de José Saramago.
*Rutinero, de Níger Madrigal y María Wernicke.
*Edén, de Kioskerman.
*La cosa perdida, de Shaun Tan.
*Monday, de Anne Herbauts.
*The Little Flower King, de Květa Pacovská.
*Big Rabbit's Bad Mood, de Ramona Badescu, ilustrado por Delphine Durand.
*El país de las pulgas, de Beatrice Alemagna.