25.9.07

El problema del olfato

*Los vecinos de abajo anoche cenaron algo con puré de papas, tal vez un pastel de papas, porque también olía a huevo duro y a alguna carne con especias, después.
*El vecino de al lado se acaba de bañar y se puso demasiado perfume. Por cierto, además cambió de perfume.
*La vecina de enfrente hoy le pasó cera al piso.
*A la vecina del otro lado se le están quemando las tostadas.

—Ese no es un problema del olfato —dijo el gato (que por cierto, rima con olfato)— si no de tu nariz grande. Yo sólo huelo cuando hay anchoas cerca.

24.9.07

Historia de amor

(Cuento primaveral con listas incluidas)

Anoche, antes de ir a dormir, le pedí al gato que me contara un cuento de amor.
—¿Te picó el bichito de la primavera? —me respondió, siempre tan sensible.
—Es eso, o vemos otra vez Notting Hill —dije contundente.
—Está bien, está bien. Tengo una historia de amor que no es sobre cómo se lo consigue o cómo se lo conoce. Es una historia real, sobre una vida llena de amor. Y empieza como todos los cuentos:

"Había una vez, en una lejana tierra, un rey. Su reino era rico y poderoso. Había ganado muchas guerras y desde hacía mucho vivía tiempos de paz y prosperidad.
Este rey no tenía muchas ocupaciones, y se dedicaba a coleccionar objetos bellos. Su castillo era un impresionante museo de obras que provenían desde las más extrañas regiones y que le regalaban los embajadores cuando hacían sus embajadas y los viajeros cuando pasaban por allí en sus larguísimos viajes.
El rey era famoso en todo el mundo por su colección, y cada comarca quería obsequiarlo. También tenía el rey en su corte artistas y artesanos que trabajaban realizando magníficas piezas para engalanar todos los rincones, arquitectos e ingenieros que construían las más hermosas habitaciones, poetas y músicos que recitaban dulces versos e interpretaban melodías emotivas , jardineros que cultivaban las flores más perfumadas y de colores más delicados. Todo allí era bello.
Un día, (siempre hay un día en las historias de amor) el rey notó que faltaba en su colección el rostro más bello del mundo, y llamó a todos los pintores que trabajaban en palacio y les propuso la obra. Se invitó a las jóvenes del reino a participar como modelos y se seleccionaron para ello a diez de las más hermosas jovencitas.
Los pintores comenzaron a pintar, combinando las facciones más lindas: la nariz de una, los ojos de aquella, la sonrisa de la otra... y pronto los cuadros fueron terminados. Se realizó una exposición y los cortesanos eligieron por fin una de las pinturas.
Era la que había hecho un muchacho callado, que llamaban pocas veces al palacio ya que vivía en un rincón alejado del reino. Había pintado realmente el rostro más bello de todos, y eso que todos eran hermosísimos. Se veía en la mirada de la muchacha retratada una dulzura que las otras no tenían, un encanto en su sonrisa, un brillo que no tenía ninguno de los demás cuadros, aunque todos se basaron en las mismas modelos.
La pintura fue colgada en el salón principal del palacio y hasta el día de hoy deja sin aliento a todos los que la miran. El pintor recibió su paga y en medio de una gran ovación se marchó despacio a su casa.
Luego de media jornada de viaje llegó y saludó a su esposa. Esa noche, después de la cena le advirtió:
—Ah, mujer, te recomiendo que por un tiempo no te acerques al palacio, que hay un retrato de ti colgado en la sala principal."

22.9.07

Lenguaje técnico

—¿Que fuiste al qué por una basurita en el ojo? —preguntó el gato burlándose.
—A un oftalmólogo de guardia. Y no era una basurita.
—¿Y qué era?
*¿polen de primavera?
*¿una pieza de rompecabezas?
*¿un bigudí atravesado?
*¿un origami incrustado?
*¿el diario del domingo?
*¿un elefante a pintitas?
*¿un camión mal estacionado?
*¿un trauma psicológico?
*¿la somatización de un problema que no querés ver?
—Una partícula, dijo el oftalmólogo. No dio más detalles. Una partícula.
—¿Una partícula? Ah, lo que yo digo, una basurita en el ojo.

10.9.07

Animales de la biblioteca

*Los lobos detrás de las paredes.
*El oso de los caños.
*Un perro en las escaleras.
*El loro al hombro.
*Un cuervo en el umbral.
*Un conejo con reloj.
*El gato con botas.

1.9.07

Lecturas de AGOSTO 2007

*Ambrosio en la Prehistoria, de Liliana Cinetto, con ilustraciones de Carolina Farías.
*Ambrosio en el Antiguo Egipto, de Liliana Cinetto, con ilustraciones de Carolina Farías.
*Lisandro pasea peces, de Alberto Pez y Roberto Cubillas.
*Ratones en la escuela, de Canela y Tania de Cristóforis.
*Historia de una princesa, su papá y el príncipe Kinoto Fukasuka, de María Elena Walsh, con ilustraciones de Carolina Farías.
*El arte de la ficción, de David Lodge.
*La pequeña vendedora de prosa, de Daniel Pennac (suerte que se puede volver a Pennac cuando uno necesita cobijo).
*Una mujer difícil, de John Irving.