Hace tiempo se me ocurrió vagamente una historia para una novela. Entonces empecé a pensar cómo me gustaría que fuese, y llegué a las siguientes conclusiones:
*la protagonista tiene que ser una mujer extraña, que descubre que no sabe muy bien cómo es su hija, como pasa en La soledad era esto, de Millás.
*tiene que tener una escena de realismo terrible, como en El mundo según Garp, de Irving.
*probablemente el tema es que la protagonista sufre algún tipo de desorden mental, un poco como en El hombre que confundía a su mujer con un sombrero, de Sacks.
*va a ser narrado desde el punto de vista de ella, así el lector recibe la información tal como ella la percibe, como en El curioso incidente del perro a medianoche, de Haddon.
*además, desde este punto de vista, también se pueden emplear recursos para su modo de ver las cosas, para marcar más la extrañeza del mundo, como en La espuma de los días, de Vian.
*y debería tener el ritmo y la soltura narrativa de La pequeña vendedora de prosa, de Pennac.
*y si no es mucho pedir, la profundidad literaria de Historia del cerco de Lisboa, de Saramago.
Pero claro, bueno, ustedes entienden. Al final, ya hay tantas cosas buenas para leer, que mejor seguir leyendo.
16.8.06
Leo y escribo
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